La historia de la interpretación
Los intérpretes son hoy en día imprescindibles para el funcionamiento de la política a nivel europeo y mundial. Sin ellos los jefes de estado no sería capaces de dialogar entre sí ni sería posible tampoco negociar y tomar decisiones en el Parlamento Europeo o el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La interpretación es un servicio al que se recurre ya mucho antes que en la época moderna. Ya poco después del origen del idioma hace alrededor de 100.000 años había muchas situaciones en las cuales era imprescindible contar con el servicio de un intérprete. En todas las situaciones que requerían una comunicación bilateral y toma de decisiones políticas, estaban involucrados en el proceso también intérpretes. Lo mismo ocurrió en el ámbito del comercio que en muchas situaciones no era posible sin el conocimiento de idiomas extranjeros o la prestación del servicio de un intérprete. A lo largo de la historia la función del intérprete se cambió gradualmente. Mientras que en el antiguo Egipto hace alrededor de 5.000 años se les veía a los intérpretes como meros sirvientes, hoy en día se les estima como expertos interculturales y altamente profesionales sin los que gran cantidad de las comunicaciones en este mundo globalizado no podrían llevarse a cabo de forma satisfactoria. En lo siguiente echamos un vistazo a las diferentes épocas en las cuales se utilizaba el servicio de los intérpretes y analizamos la función que se les asignaba en el respectivo contexto histórico.
El antiguo Egipto
Incluso el antiguo Egipto en el año 3.000 a.C. se prestaron los servicios de intérpretes. El relieve más antiguo del mundo que está conservado en la actualidad procede del año 1330 a.C. y fue encontrado en la tumba del faraón Horemheb en Memphis. Los mensajeros que no dominan el idioma egipcio transmiten su petición de gracia a través de un intérprete que se da la vuelta para trasladarlo a Horemheb (ver foto). Los relieves de esta escena se encuentran actualmente en tres países diferentes, en concreto en Alemania (Berlín), en Austria (Viena) y en los Países Bajos (Leiden).
Esta escena da también una idea del estado social de los intérpretes en aquel entonces. Está retratado en el centro de la imagen en doble función como oyente y orador a la vez. En el antiguo Egipto, sólo las personas de sus propias filas eran valoradas como "seres humanos", en cambio las personas de pueblos extranjeros, como en el caso de los antiguos griegos, simplemente se consideraban "bárbaros miserables" y, por lo tanto, son retratados más pequeños en la imagen. De este modo la comunicación se realiza automáticamente de arriba a abajo, lo que también se aplica al intérprete. Él es retratado mucho más pequeño que Horemheb e incluso más pequeño que los extranjeros a pesar de encontrarse con todos los involucrados en el mismo nivel. Sin embargo, la interpretación se ve simplemente como un servicio de comunicación que no tiene demasiada importancia. Además, muchas veces se desconfiaba de los intérpretes. Sólo con el tiempo los prejuicios y la desconfianza se van reduciendo y, en consecuencia, se valora más a los intérpretes.
La Antigüedad clásica - Grecia y Roma
En la antigua Grecia, los intérpretes no desempeñaban un papel particularmente importante. Esto se debió al hecho de que los griegos daban gran importancia a que los bárbaros aprendieran la lengua griega para ganar importancia ellos mismos. En su opinión, la interpretación era más bien un obstáculo para el aprendizaje de idiomas por parte de los bárbaros, que sólo se sentirían obligados a aprender griego si no dispusieran de otros medios de comunicación. En cambio, en la antigua Roma los intérpretes ya desempeñaban un papel importante. Para los gobernantes, los intérpretes eran imprescindibles para comunicar de forma oficial con los representantes extranjeros, no sólo por razones de facilitar la comunicación, sino también porque los propios romanos no utilizaban activamente el griego y las lenguas bárbaras por razones de prestigio. Por lo tanto, incluso cuando ellos mismos conocían el idioma extranjero, utilizaron los servicios de intérpretes para crear una mayor distancia entre ellos y los bárbaros y así aumentar su propio prestigio.
La conquista de México por Hernán Cortés
El conquistador español Hernán Cortés también dependía de los servicios de una intérprete llamada Malinche durante su conquista de México entre 1519 y 1521. Lo importante que fue se ve claramente en los relatos de Bernal Díaz del Castillo, quien escribió un relato como testigo presencial de la conquista de México y describe su significado de la siguiente manera: "Esta mujer fue una herramienta crucial en nuestros viajes de descubrimiento. Muchas cosas sólo hemos podido lograr con la ayuda de Dios y la suya. Sin ella no habríamos entendido el idioma mexicano, sin ella simplemente no habríamos podido llevar a cabo muchas situaciones de forma exitosa".
Después de las fallidas expediciones de Francisco de Córdoba y Juan de Grijalva a Yucatán en 1517 y 1518, Hernán Cortés lo intentó nuevamente en 1519 para apoderarse de las grandes riquezas que según los rumores había en el interior del país. Primero desembarcó en la isla de Cozumel frente a Yucatán, luego ingresó a tierra firme y se trasladó a Tabasco que consiguió conquistar. Los caciques derrotados le entregaron como tributo a los conquistadores entre otro un gran número de esclavos. Entre ellos estaba La Malinche, una mujer que hablaba maya y náhuatl y le servía a Cortés como intérprete junto a un español llamado Jerónimo de Aguilar, que había vivido con los mayas desde una expedición anterior y por ello dominaba su idioma. En Tabasco aumentaron los rumores sobre la riqueza de los mexicas (nombre propio de los aztecas). Por lo tanto, Cortés continuó su expedición, primero a lo que hoy es Veracruz, donde fundó el asentamiento de Villa Rica de la Veracruz y se dejó nombrar gobernador de la tierra que acababa de descubrir. Como resultado, se liberó de la autoridad del gobernador cubano Diego Velásquez y pudo subordinar su exploración directamente al rey español.
En 1521 Cortés ganó más aliados contra los aztecas y con su ayuda sitió la capital del imperio azteca Tenochtitlán durante más de 90 días. Después de que una epidemia de viruela estalló y los españoles cortaron el acceso a las reservas de alimentos y agua, los aztecas finalmente renunciaron a su resistencia. El último gobernante azteca Cuauhtémoc fue capturado por los españoles el 13 de agosto de 1521 y posteriormente ahorcado. Esto puso fin a la lucha por la conquista de Tenochtitlán y fue el inicio del declive del Imperio Azteca.
Sin la ayuda de la intérprete Malinche, la conquista habría estado condenado al fracaso desde el principio. Tanto en lo relacionado a ganar aliados como posteriormente en las negociaciones con los prisioneros.
Los intérpretes en la Edad Moderna
En la Baja y Alta Edad Media aumentaron las menciones escritas relacionadas a los intérpretes. Fueron particularmente necesarios durante las Cruzadas para superar la barrera lingüística entre los cruzados y la población que había hecho imposible una comunicación entre sí sin la asistencia de intérpretes. Las actividades misioneras en el extranjero también eran imposibles sin la ayuda de estos intérpretes. Sin embargo, el contenido de los debates celebrados en este contexto era extremadamente difícil de interpretar sin errores. Un hecho que provocó muchas situaciones conflictivas y, por tanto, disminuyó la confianza en los intérpretes.
Tardó unos siglos hasta que finalmente en la Edad Moderna llegó a prevalecer la convicción de que los intérpretes desempeñan una función de extraordinaria importancia. En la primera mitad del siglo XX prevalía todavía la interpretación consecutiva, es decir, el intérprete tomó notas de lo escuchado y reprodujo el contenido en otro idioma después de terminar del orador. Pero esta técnica se complementó con la interpretación simultánea en la segunda mitad del siglo XX. Del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946 se celebraron en el Palacio de Justicia de Nuremberg los juicios de Nuremberg contra los principales criminales de guerra del régimen nazi, como Hermann Göring y Rudolf Heß. Por primera vez en la historia los intérpretes reprodujeron las declaraciones de todas las personas que intervinieron en las actuaciones casi simultáneamente en otro idioma, razón por la cual los juicios de Nuremberg se consideran el nacimiento de la interpretación simultánea.
Hasta que los juicios de Nuremberg demostraron lo contrario, los expertos de la época estaban convencidos de que la interpretación simultánea excedía el rendimiento del cerebro humano y, por lo tanto, era imposible. Hoy en día, la técnica de la interpretación simultánea es estándar - por ejemplo, en el Parlamento Europeo o en las Naciones Unidas. Incluso los tribunales utilizan este modo de interpretación que ahorra tiempo una y otra vez. El deseo de una interpretación inmediata de la lengua hablada es hoy en día en parte esperado por los participantes o espectadores, por lo que las habilidades de los intérpretes profesionales se han vuelto indispensables hoy en día. Independientemente de si se trata de negociaciones en el ámbito jurídico, de interacciones en el escenario político o de negociaciones en el curso de intereses económicos - sin intérpretes ya no es posible actuar de manera eficaz en el mundo altamente globalizado de hoy en día.

Éxito a través de intérpretes profesionales
No cabe duda de que incluso hoy en día los intérpretes siguen desempeñando un papel fundamental en el entendimiento intercultural. Gracias a sus conocimientos lingüísticos y culturales, los intérpretes son el garante de una comunicación exitosa. Aproveche las ventajas de la interpretación profesional para su evento con el fin de proporcionar a todos los participantes un marco en el que el contenido esté en primer plano y no pase a un segundo plano debido a posibles dificultades lingüísticas.
